Este ensayo propone una relectura profunda de la figura de La Malinche, cuestionando la visión de Octavio Paz en El laberinto de la soledad y resignificándola no como traidora ni víctima, sino como una madre consciente y amorosa que unió dos mundos y dio origen al mestizaje, al alma mexicana y al cristianismo en América. A través de una mirada simbólica, junguiana y espiritual, Malintzin es exaltada como la fundadora del México profundo: puente, palabra y luz del inicio.

This essay reflects on the spiritual cost of artificial intelligence and the urgency to develop moral depth as technology accelerates. Drawing on Rudolf Steiner and Goethe, it asks: will our ethical growth keep pace with our machines?

Artificial intelligence is not just a tool — it’s a mirror.

It shows us who we are… and who we risk no longer being.

In an age of automation, we must nurture imagination, silence, and presence.

What’s at stake isn’t just progress —

it’s the soul of progress.

— Gilberto Castro